sábado, 10 de septiembre de 2011

¿Qué está pasando?

Hace unos días he escuchado cómo los profesionales del autismo se están llevando las manos a la cabeza por la situación actual de la escolarización de los alumnos con TGD. 
Han observado cómo alumnos con gran capacidad intelectual están escolarizados en centros específicos de autismo y alumnos con poca capacidad, y que no cumplen los criterios de escolarización (habla, control de esfínteres) están escolarizados en centros ordinarios con aula TGD.
Acaso, ¿nos hemos vuelto locos?
Se supone que las aulas TGD se crearon para aquellos alumnos que, con dificultades por su trastorno, no pueden estar escolarizados en plaza ordinaria, a pesar de su gran capacidad intelectual.
Y sin embargo, la escolarización se está realizando al revés...
¿No será que esos mismos alumnos con capacidad, al mismo tiempo, tienen problemas de conducta?
Es lógico pensar que a mayor inteligencia, mayor sensación de que algo no va bien...que nuestra manera de ser no es como la de los demás...posible mayor ansiedad en situaciones en la que somos conscientes de no saber qué hacer...En resumen, mayor consciencia de nuestras capacidades y limitaciones...
Esa ansiedad puede provocar conductas que no son bien vistas por los demás o incomprensibles...en algunos casos disruptivas...
Si los profesionales de la enseñanza no son capaces de manejar esta ansiedad de sus alumnos con TGD, se encontrarán con posibles conductas disruptivas...Bastará con achacar esta conducta al alumno,..."el niño es así y no va a cambiar"...para que, inmediatamente, sea "enviado" a otro centro escolar  más adecuado para él (específico).
Esa es la verdadera causa de lo que está pasando...
Los alumnos que tienen poco nivel intelectual, normalmente, no hacen ruido...no molestan...no son un problema para sus profesores...y además, dada su poca capacidad, no hay que romperse la cabeza buscando material, elaborando materiales...con poco basta...ni dan trabajo,... ni molestan...
Esta realidad la estamos viviendo las familias con desesperación...
Vemos la capacidad de nuestros hijos sin desarrollar...
Seamos sensatos y no desperdiciemos ni capacidades ni recursos...

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