domingo, 3 de mayo de 2020

Días de confinamiento que nos ha traído la vida...

El valor de seguir adelante

Mi pequeño

Mi pequeño Pepe, ya no es tan pequeño...
Tiene 19 años...y cumplirá 20 el mes que viene.
Mi pequeño es un chico muy sensible,
tanto, tanto que no soporta la situación actual...
Necesita que le muestren cariño...
y darlo,
dar abrazos a sus compañeros, a sus profesores...
Sé que los echa mucho de menos...
por eso,
se ha ido su mente a una realidad paralela...
un universo paralelo en el que se imagina que está en el aula,
con sus amigos,
Con sus profesores...
Ese aula del programa profesional que está realizando...
ese programa profesional, único en la Comunidad de Madrid,
en el que preparan a chicos/as con autismo a tener un futuro...
Ese futuro que parece que se ha esfumado...
pero que volverá...
Las familias con hijos con autismo somos fuertes...
y esta fortaleza en tiempos como los que nos ha tocado vivir
es cuando se hace más patente.

Mucho tiempo ha pasado

Después de mucho tiempo. Aquí estamos otra vez.
Año 2020. Año bisiesto. Dicen que año bisiesto, año siniestro...Pues puede que sea verdad.
Estamos en plena pandemia...
¿El planeta "temeroso" de una tercera guerra mundial? Lo cierto, es que estábamos todos tranquilos, con nuestra tecnología, sabedores de ser los dueños del mundo...
Y llega un microorganismo y da al traste con todo...
Algunos dicen que esto solo es un aviso de la Madre Naturaleza, que lo que quiere es establecer el equilibrio...
Equilibrio que se había perdido, solo hay que ver las cumbres del cambio climático...
Lo cierto es que este microorganismo nos ha obligado a que nos quedemos en casa,
a que dejemos el coche porque estamos teletrabajando muchos de nosotros/as...
Nos ha obligado a ver la vida desde una ventana...
Por cierto, desde mi ventana se oyen sonidos nuevos...los pájaros existen...
Nos ha obligado a confinarnos en casa y a tener tiempo para pensar...
¿Por qué nos asusta tanto pensar?
Siempre vamos corriendo de un lado a otro...con las prisas...con madrugones...
Ahora ya no hay prisas...
Esto es solo un paréntesis es nuestras vidas...
El problema es cuando tienes un hijo con autismo en casa.
Fuera rutinas.
Fuera momentos para establecer relaciones sociales y aplicar las habilidades sociales aprendidas...
Fuera los amigos, tan necesarios para estos chicos/as...
Solo está la familia...
Pero, su mundo no es solo la familia.
La familia, ellos lo saben muy bien, está siempre...
Pero, los amigos puede que no, y ellos lo saben...
Lo sé por mis hijos...Los amigos, son amigos cuando tengo un trato cotidiano con ellos...eso es , al menos, la idea que tienen mis hijos.
Mi experiencia como madre de dos chicos con autismo... es que, según pasa el tiempo, un verano, simplemente, las personas que no ven habitualmente, pasan a ser extraños. Sencillamente, porque las personas cambian en un mes, dos meses o … Cambian de aspecto físico, ya no son como antes...
Y como ellos saben que se producen cambios físicos en sus amigos...Sus amigos ya no serán los mismos...
Es cierto, que están las pantallas de los móviles o las tablets… pero no es lo mismo.
¿Dónde están los abrazos que se dan los amigos?
¿Cómo va ser lo mismo, si a los adultos neurotípicos también nos sucede lo mismo=
Espero que, aunque tengamos una nueva normalidad como dicen en TV, mi hijo pequeño vuelva a la realidad y regrese de ese universo paralelo al que se ha ido...simplemente, porque su alma sensible no ha podido soportar las cifras de contagiados, fallecidos y este mundo suyo que no sabe dónde está...


La vida pasa muy deprisa

 La vida pasa muy deprisa, pero mi alma sigue igual de joven... Sé que ha pasado el tiempo  porque mis hijos son veinteañeros. Mi hijo mayor...