martes, 26 de abril de 2011

¿Qué es el autismo?

Si preguntamos a personas  no expertas qué es el autismo, nos responderán, es una enfermedad, es el resultado de una mala educación, lo padecen personas con retraso mental, y lo más común, se trata de personas que están dentro de sí mismas y no se relacionan con los demás...
Todo esto es falso.
Nada más lejos de la realidad.
Las personas con autismo no padecen una enfermedad; no son así por la educación recibida; pueden tener inteligencia normal o superior.
Y sí, se relacionan con los demás.
Lo que caracteriza a todas las personas con autismo es la manera de percibir el mundo...observan las partes, en lugar del todo.
Su cerebro funciona de una manera especial: hacen una cosa cada vez...se dice que su cerebro es el cerebro masculino en estado puro...
Su aprendizaje es básicamente visual...las palabras son conjuntos de letras que, a veces, no tienen significado para ellos...
Los "síntomas", de los que nos hablan tanto los libros especializados, son sólo consecuencias del funcionamiento de su cerebro...el rechazo a los cambios y la necesidad de anticipación...el escaso o nulo contacto visual...las conductas extrañas... todo ello, son sólo muestras...
Hay mucho que contar...la bibliografía actual tan sólo habla de esos síntomas...los padres que vivimos día a día con nuestros hijos aprendemos a marchas forzadas...y no nos vale únicamente con lo que nos cuentan...

lunes, 11 de abril de 2011

Nuestra autoestima

Los padres y madres que tenemos niños con autismo anteponemos "todo" lo relacionado con nuestros hijos a lo que nos puede pasar a nosotros. Y nosotros necesitamos estar bien...
Bien para poder llevar el día a día...
Bien para estar alegres para nuestros hijos...
Bien para tener la cabeza suficientemente organizada...
Nuestra autoestima debe estar alta.
Debemos confiar en nosotros y en nosotras...
La mayor parte de los profesionales no se dan cuenta de nuestra necesidad. 
En la mayor parte de los casos, y cuando conocemos muy bien el trastorno, creen que somos unos intrusos, que nos metemos en roles que no nos corresponden...
Lo que no entienden, los que piensan así, es que necesitamos conocer muy bien el trastorno de nuestros hijos para poder sobrevivir.
Así, la semana pasada, cuando en la reunión con la orientadora del colegio de mi hijo mayor, ésta nos dijo que nuestro hijo tiene mucha suerte de tenernos como padres, respiré...
Por fin, alguien reconoce la labor realizada durante todos estos años...
Puede que, realmente, no lo necesite...
Pero, mi autoestima subió.

La vida pasa muy deprisa

 La vida pasa muy deprisa, pero mi alma sigue igual de joven... Sé que ha pasado el tiempo  porque mis hijos son veinteañeros. Mi hijo mayor...