viernes, 12 de octubre de 2018

A vueltas con campeones!

Hoy han puesto en la televisión un programa acerca de la película campeones.
Han aparecido los distintos actores de la película con sus familias y en sus casas.
Las familias contando sus problemas, su malestar ante determinadas situaciones: miradas de pena, falta de trabajo...
Todo eso es cierto...y tan cierto!
Lo que ocurre es que te acostumbras al día a día, a convivir con tus hijos; a llevar una vida normal. De tanto querer que tu vida sea lo más normal posible o de tanto querer normalizar la situación...todo se ha convertido en NORMAL...
Solo me doy cuenta de que todo no es NORMAL hasta que soy consciente de que no es así...
No soy una inconsciente...
Solo veo a mis hijos cómo me gustaría que los vieran los demás...
Mis hijos son, eso, mis hijos...
y soy muy consciente, a pesar de que algunas "personas" me dijeran que no sé lo que tengo en casa...
Concretamente, hablando de mi hijo pequeño (que de pequeño, ya tiene poco)…
Sí sé lo que tengo en casa...
Un chaval...
campeón en muchas cosas...
Por haber sobrevivido cuando era un bebé...
Por haber aprendido a andar, aunque tarde...
Por haber aprendido a hablar...aunque con su lengua de trapo...
Por haber aprendido a leer...aunque nadie habría dado "un duro" por ello.
Nadie ha creído en ti.
Yo sí.
Sobre todo,
eres un campeón...
por el cariño que me das todos los días...
el esfuerzo que he realizado durante toda tu vida...
ha merecido la pena...
no es necesario que sepas cuántos días te he llevado a tratamiento...
cuántos años...
cuánto he tenido que pelear para que la administración educativa dejara  que siguieras estudiando...
cuánta falta de sueño...
cuánto esfuerzo...
cuánta paciencia al ayudarte a hacer los deberes...
cuánta espera en el hospital...cuando eras un bebé y te pusiste tan malito...
Los besos que me das todos los días, acompañados de "eres la mejor madre del mundo" me recompensan de todo lo pasado...
ERES UN CAMPEÓN...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La vida pasa muy deprisa

 La vida pasa muy deprisa, pero mi alma sigue igual de joven... Sé que ha pasado el tiempo  porque mis hijos son veinteañeros. Mi hijo mayor...