Si de algo estoy orgullosa en la vida, es de todo lo que he luchado por mis hijos.
Me he dejado el cuerpo...
Me he dejado el alma...
Pero no he estado sola...
Siempre él ha estado ahí...
Cuando contraes matrimonio tienes ilusiones, todo es alegría... y esperas que esa persona sea la mejor del mundo...
Nunca piensas en el destino que te depara la vida...
unos hijos con problemas...
muchas dificultades...
Y es, en esos momentos difíciles, cuando o todo se rompe o todo se une con un pegamento especial...
Cuando me casé nunca pensé en el gran compañero que encontré a mi lado...
Al principio, le costó aceptar las circunstancias, pero una vez superados esos momentos, ha seguido a mi lado,
en mis intuiciones,
en mis decisiones,
que, luego han sido de los dos...
en mis malos momentos,
y en los buenos...
Cuando lo conocí, sabía que era un buen hijo,
luego se convirtió en un gran marido,
y en un mejor padre...
Gracias.
Es época de dar gracias.
Tengo dos hijos con TEA, la vida me ha llevado por unos derroteros que nunca había pensado que tuviera que recorrer...
miércoles, 8 de junio de 2011
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